El proceso de fabricación de la cerámica griega era complejo; se distinguían dos momentos fundamentales:
Este doble proceso era realizado generalmente por dos artistas, el ceramista y el pintor, cada uno de ellos tenía su función específica y definida.
En primer lugar, un ceramista modelaba en la rueda del torno las paredes del vaso. Una vez modelado el cuerpo de éste, se añadían posteriormente partes adicionales como las asas y el pie. Después de una primera cocción un pintor decoraba la arcilla utilizando un barniz y una pintura especiales. Posteriormente el vaso era introducido de nuevo en el horno para su cocción definitiva.
La forma de la cerámica estaba vinculada a su función. A continuación te presentamos las más utilizadas:
Conviene hacer una mención especial a la forma y a la colocación de las asas de las cráteras. Éstas pueden ser campaniformes, caliciformes, con asas en forma de columnas y con asas en forma de volutas.
En la cerámica griega encontramos tres momentos principales:
Se caracteriza por un predominio de la recta sobre la curva y por el contraste de una pintura oscura sobre un fondo claro.
Al final del periodo aparecen figuras de plantas, animales y la figura humana, representados a base de esquemas geométricos y abstractos.
Predominan los dibujos curvilíneos. Aparecen los colores rojo y blanco y las figuras ganan corporeidad a base de incisiones practicadas en los cuerpos y los vestidos. En esta época se introducen escenas y temas narrativos de carácter mitológico. Los talleres más importantes están en Corinto.
Es la técnica de figuras negras sobre fondo rojo. Se crea el volumen a base de incisiones; el ojo se pinta siempre de frente y con la pupila al centro. El torso se pinta de frente y la cabeza y las piernas de perfil. Los ceramistas firman sus obras, reflejo del sentimiento de individualidad.
Es la técnica de figuras rojas sobre fondo negro. Consiste en dejar para las figuras el fondo rojo de la arcilla del vaso y barnizar el resto. Los detalles se señalan con finas pinceladas, consiguiendo así una mayor flexibilidad en la expresión. Los ojos ya se pintan de perfil. Las figuras ganan en naturalidad, gracia y movimiento. Se siguen representando temas mitológicos pero predominando las escenas de la vida cotidiana.
La segunda mitad del siglo V fue rica en innovaciones y ensayos. Entre los nuevos estilos destaca el pintado en fondo blanco y decorado con figuras un poco blandas o amaneradas en la forma, imitadas directamente de la pintura más que de la cerámica inmediatamente anterior, pero todavía con gran pureza de líneas y con una incipiente y selecta policromía.
Las primeras manifestaciones tienen una decoración geométrica pero en las épocas posteriores se introducen escenas relacionadas con la niñez, la educación, la vida cotidiana, las competiciones atléticas, los aspectos políticos y religiosos, bien sean ritos funerarios o temas de la mitología.
Los temas más abundantes son los de la mitología, aquellos que narran leyendas sobre dioses, héroes y sus relaciones con los mortales.
Las inscripciones que a veces se añadían son de diferentes tipos y de gran interés para la posteridad.